La catedral
Hoy contaremos una brevísima y antiquísima historia repleta de sabiduría y lecciones útiles. La historia se llama “La catedral”.
Había una vez un hombre que paseaba plácidamente por las inmediaciones de un poblado medieval inglés. Caminaba tranquilo y observaba con interés, como todo visitante, las particularidades del lugar. En eso estaba cuando divisó a cierta distancia a tres albañiles que cortaban y daban forma a grandes trozos de piedra. El caminante se acercó curioso y les preguntó a los albañiles qué estaban haciendo. El primero, lacónico y sin levantar la vista, le contestó lo que era obvio y visible: que estaba cortando y modelando pedazos de piedra. El segundo -un poco más locuaz – le explicó que estaba modelando una de las piedras que se usaría para construir una pared. Cuando le tocó el turno al tercero, miró al cielo y con un incontenible entusiasmo, contestó sonriente: “¡Estoy construyendo una catedral para honrar a Dios!”. Según cuenta la historia (o la leyenda), este hecho sucedió cuando se construía la imponente catedral de Salisbury, en Inglaterra.
Se me ocurren cuatro reflexiones sobre la catedral:
Primera: no es la tarea lo que importa, sino el significado que cada uno le asigna.
Segunda: La motivación por una tarea o un trabajo depende de la actitud que uno asuma para encararlo.
Tercera reflexión: Para construir catedrales imponentes (o cualquier cosa imponente o que valga la pena), es necesario proponerse metas trascendentes y objetivos a largo plazo; es importante también tener una visión que nos inspire y nos marque constantemente la dirección a seguir cuando sentimos que el camino comienza a desdibujarse o a volverse monótono. Cortar piedras es un trabajo monótono; cortar piedras que le darán forma a una monumental catedral para honrar a Dios, es una tarea trascendental y por lo tanto, motivante.
Y para terminar: podemos tomar la historia de la construcción de la catedral como una metáfora sobre las distintas actitudes que asumimos para construir nuestra existencia. Después de todo, es más o menos lo mismo.