El cuento del pescador y el empresario

Conoce el lector o lectora el cuento del pescador y el empresario? Es una historia brasileña bastante conocida, anónima, popularizada por Paulo Coelho y que ilustra de manera simple y magistral el sinsentido de la ambición desmedida por el dinero frente a las cosas verdaderamente importantes de la vida. Dice así:
“Un hombre muy rico, empresario, paseaba por un puerto cuando se encontró con un modesto pescador. El pescador, con destreza, lanzaba y levantaba las redes desde su pequeña barca y colocaba los peces capturados en un cubo que estaba casi lleno. El rico empresario se acercó y comenzó a hablarle:
– Veo que tiene una gran habilidad para pescar. Usted solo y con esa pequeña barca ha conseguido una gran cantidad de peces. ¿Cuánto tiempo le dedica a la pesca?
El pescador respondió:
– La verdad es que nunca me levanto antes de las 8:30. Desayuno con mis hijos y mi mujer, acompaño a mis hijos al colegio, a mi mujer al trabajo, vuelvo a casa, leo el periódico y después vengo al puerto y preparo mi barca. Trabajo una hora u hora y media, como mucho, y pesco solo los peces que necesito, ni más ni menos. Luego regreso a casa, paso la tarde tranquilo hasta que llegan mis hijos y mi mujer y disfrutamos juntos haciendo los deberes, paseando, jugando, preparando la comida. Algunas tardes las paso con mis amigos tocando la guitarra.
– ¿Entonces lo que me está diciendo que en solo una hora y media ha pescado toda esta cantidad? ¡Usted es un pescador extraordinario! ¿Ha pensado en dedicar más horas al día a la pesca?
– ¿Para qué?
– Porque si invierte más tiempo en pescar, 8 horas por ejemplo, usted multiplicaría por 8 la cantidad de peces ¡y ganaría mucho más dinero!
– ¿Para qué?
– Bueno, al ganar más dinero podría reinvertirlo en una barca más grande, e inclusive contratar a pescadores para que trabajen para usted, ¡y así podría seguir multiplicando la cantidad de peces y las ganancias!
– ¿Para qué?
– Con este incremento de facturación, ¡su beneficio neto sería impresionante! El cash flow sería el indicado para adquirir una pequeña flota de barcos y crecer hasta crear una empresa pesquera que lo haría muy rico.
– ¿Para qué?
– Pero… ¿no entiende? Usted, como dueño de ese pequeño imperio de pesca, solo tendría que preocuparse por dirigir la empresa y dispondría de todo el tiempo del mundo para hacer lo que le viniera en gana. No tendría que madrugar nunca más, podría desayunar cada día con su familia, podría acompañar a su mujer al trabajo, a los niños al colegio, jugar con ellos por la tarde, tocar la guitarra con sus amigos…”.